viernes, 26 de abril de 2013

EL BAILE BLANDO DE GROBBELAAR


El Estadio Olímpico fue el escenario donde se disputó la final de la Copa de Europa de 1984. En ella se enfrentaban el AS Roma y el Liverpool. El equipo romano venia de remontar un 2-0 desfavorable contra el Dundee United escocés, por lo que venían con la moral por las nubes. En cambio el Liverpool pese a tener ya tres copas europeas en su poder no atravesaba uno de sus mejores momentos pese haber llegado hasta la final. El partido disputado de poder a poder acabo con el resultado de empate a un gol, contra todo pronóstico, ya que todos daban como seguro ganador al equipo italiano, pero no contaban con el gol-churro-rebote del equipo ingles. Por primera vez en la historia, los dos finalistas se iban a jugar el trofeo en la tanda de penaltis.

Aquí viene la curiosidad: Los romanos comenzaron con ventaja en los lanzamientos desde los once metros. Sin embargo, cuando las cosas pintaban peor, el sudafricano Bruce Grobbelaar, portero estrafalario donde los hubiera, genio y figura del momento y capaz de lo mejor y de lo peor, actuó. Primero simulando comerse unos “spaguetis” con la red de la portería que provocó el fallo de Conti, y con 3-2 a favor de los ingleses realizando un baile donde simulaba que las piernas se le iban, se le volvían blandas y perdía el equilibrio. Aturdido, Francesco Graziani falló y dejó el título en manos de Kennedy que no perdonó y dio la cuarta copa de Europa al Liverpool.

Debajo el video, pudo convertirse en el baile del verano si Georgie Dann le hubiese puesto música.

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