miércoles, 29 de febrero de 2012

LA MUÑECA DE LA SUERTE DE MO HENG


En los primeros mundiales de fútbol ha habido clasificaciones realmente insólitas, como el caso de las Indias Orientales Holandesas (hoy Indonesia); cuando apenas hacia ocho años de haber creado su asociación de fútbol, lograron hacer acto de presencia en el tercer mundial de la historia.

En mayo de 1934 la selección del país formo con el portero Mo Heng de esta guisa. La ya famosa muñeca de la suerte.

El equipo no jugo las previas de las eliminatorias de Francia 1938 ya que se enfrentaban a  Japón. Los japoneses no tenían demasiadas ganas de ser humillados nuevamente y renunciaron. La clasificación directa a Francia 1938 metía a las Indias Orientales así como el primer equipo asiático de la historia en participar en una Copa Mundial.

El rival sería Hungría, ya un equipo poderoso de Europa y los inexpertos asiáticos, dirigido por un técnico holandés, sabían que viajaban para ganar experiencia. Por eso jugaron varios partidos amistosos con equipos holandeses, antes y después de la Copa Mundial de la FIFA.

El 5 de junio de 1938 fue el día que los 11 jugadores provenientes de la parte tropical de Asia llegaron a su gloria futbolística, cuando el salieron al campo de juego del Stade Auguste Delaune, para enfrentar a los húngaros. Y a pesar de que se fueron goleados ya habían disfrutado su viaje en el barco Baloeran, su arribo a Le Havre y los partidos previos, con lo que estaban encantados haciendo historia para su país.
A los 13 minutos de la primera parte, Hungría ya ganaba. El muñeco mascota de la suerte que utilizaba el arquero Mo Heng, ya no surtía efecto.

La rumorología popular decía  que el técnico, el holandés Johannes Mastenbroek, hizo dos cambios en el descanso aprovechando la similitud física de sus dirigidos. Pero igual fue 6 a 0 para los europeos, un resultado lapidario que, así y todo, no impidió que los indonesios tuvieran su participación y su minuto de gloria en un Mundial.

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